Hacer arte es una empresa llena de dificultades. Requiere tenacidad, pasión, creatividad. Y por supuesto: recursos.
En varios momentos de la historia han sido los mecenas los que financiaban a sus artistas favoritos para que realizaran obras memorables, como pasaba con los grandes pintores del Renacimiento italiano.
Pero también abundan las historias de artistas que han realizado sus obras en condiciones precarias, superando dificultades de todo tipo. Esta es la historia de tres jóvenes artistas de Cuba que, desde las artes plásticas, el teatro y la música, nos cuentan sus deseos, sus ambiciones, su forma de vivir el arte en un contexto a la vez complicado y estimulante:
Reydi Zamora Rodríguez, artista de la plástica, graduado de la Universidad de Oriente
“Comúnmente uno siempre tiene una idea de la obra de arte que quiere hacer y uno lleva la obra de arte a la praxis. Aquí no, aquí uno tiene que ver qué materiales tiene y con respecto a los materiales que tiene, qué idea uno puede producir. La economía no te ayuda. Si la idea tuya es muy cara es imposible realizarla, entonces uno tiene que jugar con la factibilidad de la obra de arte”.
Dos piezas / esculturas de Reydi Zamora tomado de su Facebook.
Daylen Osorio Martínez, actriz del estudio teatral Macubá y profesora de la escuela profesional de artes en Santiago de Cuba
“El arte salva. Y la gente tienen necesidad de soñar. La gente tiene necesidad de ver representado en el escenario, en la televisión, en cualquier plataforma, que no son ellos privativos de los problemas existentes en la sociedad. Y que hay soluciones, que hay caminos, que hay victorias. Uno tiene que tener en cuenta que el arte puede también servir como una herramienta de comunicación, y el artista no sólo hace reír, no sólo hace despertar emociones, también da mensajes.”
Camerino del Estudio Teatral Macubá, tomado de su Facebook.
Pepe Gavilondo, pianista, compositor, multiinstrumentista, tecladista de Síntesis y director del Ensemble Interactivo de la Habana
“En Cuba, lamentablemente, la imagen que se exporta es muy específica: playa, tabaco, cubana, mulato, salsa, timba, música afrocubana, santería. Esta es la imagen. Y es verdad, es parte de nuestra cultura, parte de esta cosa que es la cubanía. Eso tal vez en otra época tenía un poco más de sentido pero ahora mismo en la cultura global que se está viviendo de mezcla, de liberación, de dogma, de paradigmas, yo creo que hay que empezar a entender lo que hace a uno ser de su país de otra manera”
Instrumentos del Ensemble Interactivo de la Habana (EIH), tomado de su Facebook.