Desde nuestra Oficina Regional para México, Centroamérica y el Caribe nos sumaremos a la conmemoración por los 200 años de nacimiento de Federico Engels (28 de noviembre de 1820—5 de agosto de 1895), filósofo e historiador nacido en Alemania, mejor conocido por sus aportes a la teoría marxista.
Como fundación política, a lo largo de esta fecha queremos fomentar diversos análisis y espacios para el debate, el pensamiento crítico, la articulación y el intercambio entre las izquierdas; compartir la vigencia del pensamiento de Engels a través de materiales y diálogos, no desde un enfoque meramente teórico, sino desde la praxis. Es decir, dialogar desde una realidad concreta para encontrar alternativas históricas que aporten en la transformación del mundo.
Iniciamos este ciclo con una reflexión del Comité Cerezo México, a la que sumaremos otros análisis, con el fin de impulsar debates que promuevan el trazo de caminos hacia la transformación. Les deseamos una provechosa lectura.
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Federico Engels y el México actual. Un acercamiento
Ciudad de México a 26 de noviembre de 2020
Toda nueva concepción de una ciencia lleva en sí
una revolución en los términos técnicos de aquélla.
Federico Engels
Prólogo a la edición inglesa del Tomo I de El capital de Carlos Marx.
Hace 200 años, un 28 de noviembre, nació Friedrich Engels, o más entrañablemente y como las traducciones nos han sugerido, Federico, ser humano que revolucionaría el pensamiento de la humanidad y llevaría a la práctica sus concepciones, creadas al lado de su camarada y mejor amigo, Carlos Marx.
Parecen tan lejanos estos dos siglos desde su nacimiento y los 125 años desde su muerte que, con justa razón y teniendo en cuanta además la distancia geográfica, hoy podemos preguntarnos ¿qué resulta hoy vigente y válido del pensamiento y la práctica revolucionaria de Engels para nuestro país y nuestra praxis transformadora y superadora del capitalismo Quizá uno de los principales puntos a rescatar es su método de análisis de la realidad. Al igual que Marx, Engels siempre partió de los hechos, de la realidad objetiva, para profundizar y arribar a lo que su amigo llamó concreto pensado.
Un ejemplo claro de sus aportes está en uno de sus primeros textos llamado La situación de la clase obrera en Inglaterra, publicado en 1845. De inicio, nos permite darnos cuenta que, dentro de la izquierda mexicana y, sobre todo, en los agrupamientos políticos autollamados marxistas son muy pocos los que hacen un análisis permanente de la situación de nuestro proletariado. La mayoría se basa en generalidades, incluso de corte neokantianas o neopositivistas, que no encuentran, en este país capitalista, una diferencia real entre si nos gobierna Felipe Calderón o Andrés Manuel López Obrador, puesto que la oligarquía financiera; dirían, hace lo mismo con uno u otro gobierno. Con esta conclusión, contraria a la que arrojaría el método de análisis de Engels y Marx, la mayoría de los agrupamientos políticos de izquierda, socialistas y comunistas pierden la posibilidad de desarrollar una táctica adecuada para el crecimiento de las fuerzas transformadoras y superadoras del capitalismo, e incluso en algunos casos se ganan la antipatía del pueblo en general y del proletariado sin conciencia de su propia clase, y si bien pueden crecer en ciertos sectores, no logran hacerlo de manera suficiente para conformarse como fuerza trasformadora y superadora del capitalismo.
Otra de sus obras, El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, publicada en 1884, es vigente y válida debido a los elementos que aporta para la comprensión del proceso histórico de opresión de la mujer en diferentes modos de producción, de la importancia de la emancipación de la mujer y de cómo ésta es posible y real sólo en la revolución socialista y en la construcción de un modo de producción no capitalista. Además, nos explica muy claramente el origen de la propiedad privada y cómo no siempre ha existido.
Otro de los grandes aportes de Engels, aunque no agrade a sus detractores, es la culminación de los tomos II y III de El capital de Carlos Marx, si bien existe un gran debate especializado en torno a los esquemas de reproducción simple y ampliada que se encuentran expuestos en el tomo II. Por ejemplo, para Rosa Luxemburgo estos esquemas no sólo tienen un error matemático, sino que resultan insuficientes para explicar el desarrollo del modo de producción específicamente capitalista; para la gran revolucionaria, son esquemas incompletos y defectuosos para explicar la totalidad de la reproducción de la riqueza social. También su esfuerzo por sistematizar y escribir estas secciones ha recibido señalamientos: los críticos más respetuosos señalan que ésta de por sí era una obra incompleta e inconclusa que Engels sólo transcribió para no alterarla, dejando esos vacíos; mientras que críticos más volados (que poseen, en realidad, un profundo y oculto sentido antimarxista) dicen que ahí se refleja cómo Engels volvió al marxismo chato, no dialéctico, esquemático y poco profundo. Sea que tengan o no razón los críticos comprometidos y revolucionarios como Rosa o los poco avispados que lo acusan de todos los males del marxismo, lo cierto y necesario es que hay que revisar la obra de Engels, y dentro de ésta, el tomo II y III de El capital.
En México, un estudioso del discurso crítico de Marx, que intenta aportar a la solución de la insuficiencia de los esquemas de reproducción de la riqueza social de Marx: Bolívar Echeverría a través de su texto Circulación capitalista y reproducción de la riqueza social. Apunte crítico sobre los esquemas de K. Marx. Pero no es el único en el país que ha reflexionado sobre el tema, y si bien no existe un texto especifico de su autoría, a través de entrevistas y pláticas de café sabemos la postura de Adrián Sotelo Valencia, contrapuesta a Luxemburgo y Echeverría. Estudioso del marxismo, Sotelo, dependentista —de la escuela de Ruy Mauro Marini— es con quien habría de reabrir el debate sobre la insuficiencia o no de los esquemas de reproducción del capital de Marx sistematizados y escritos de la mano de Engels.
¿Vale la pena iniciar o continuar la lectura de Engels y buscar alternativas de transformación y superación del capitalismo en México? Claro que sí, entre otras cosas porque el método de análisis de la realidad de Engels, que es el de Marx y el marxismo es vigente y válido para continuar y reforzar las alternativas organizativas que los socialistas están construyendo en México. Este texto es sólo una invitación y un bosquejo de lo mucho que aportará la relectura de Engels, de su obra y su figura histórica: aquél que más allá de juntarse con Marx a tomar cerveza y “pensar” la realidad, participó en la revolución de 1848 y en cuanto proceso revolucionario se le presentó.
—ACC2020.