Texto: Grettel Montero, Coordinadora de proyectos, RLS-México
Créditos de las fotografías: La Coperacha, Tequio Jurídico y RLS-México
“Hasta ahora teníamos solamente los radios de banda civil para comunicarnos, pero a veces no hay frecuencia en todas las comunidades, o nada más le llega la información a quien tiene acceso a esos aparatos. Ahora, con la cabina de radio, ya podemos prevenir de forma inmediata a toda la región, por ejemplo, si hay que ponernos alerta y marcar el alto ante alguna concesión minera que se activa” relata el señor Telésforo Ramírez, Presidente del Comisariado de Bienes Comunales de Santa María Zapotitlán, durante la celebración del encendido de la primera radio comunitaria del Pueblo Indígena Chontal de Oaxaca.
Se cumplió el sueño de tener un medio de comunicación comunitario propio en la Región Chontal, y la Rosa Luxemburg Stiftung (RLS) participó en este proceso de defensa de tierra y territorio.
Aracely Carbajal, Coordinadora de Veredas en Tequio Jurídico, dando algunas palabras
en la inauguración de la cabina de la radio comunitaria Jlijualay Tsomé.
EL CAMINO Y (A) LA COMUNICACIÓN EN LA CHONTAL
El Pueblo Chontal se encuentra distribuido entre la cordillera de la Sierra Madre Sur y la planicie costera del Estado de Oaxaca, México. La cabina de la Radio Jlijualay Tsomé (Cerros Chontales) se ubica en Santa Lucía Mecaltepec, comunidad con poco más 260 habitantes, ubicada a 1,845 metros de altura.
Asistir a la inauguración de esta radio comunitaria chontal, el 28 de julio de 2024, fue un largo camino desde la Ciudad de México. Duramos diecisiete horas transitando los casi 700 kilómetros de distancia. Si bien la mayor parte del trayecto es por autopista, los últimos 60 kilómetros es una zona montañosa altamente quebrada, cuyo único acceso es por un camino de terracería marcado por constantes curvas y pendientes empinadas.
Así como es dificultoso entrar y salir del Territorio Chontal por su geografía accidentada, y porque no hay opciones de transporte público, igualmente de difícil ha sido la comunicación para las comunidades. Estamos hablando de poblaciones que han estado aisladas en muchos sentidos.
Vista de la zona Chontal y su complicada geografía para acceder a ella.
A pesar de lo duro que se hace el recorrido, el paisaje es hermoso, y cuando se llega a la parte más alta, es obligatorio detenerse y observar los ríos, aves, cultivos, así como los cerros verdes y azules que se hacen uno con las nubes blancas, allá en el horizonte. Sin embargo, a pesar de las vistas que son como postales, fue impactante constatar cómo en cuestión de meses, en la sierra aumentaron significativamente las superficies deforestadas debido a los monocultivos de maguey para el uso industria del mezcal.
En la Región Chontal no llegan ni periódicos, ni señal de televisoras. Solamente en ciertas zonas entra de vez en cuando alguna frecuencia de radio comercial. El internet es un servicio reciente y muchas veces ineficiente, y si bien ha incrementado el uso de teléfonos celulares, no cubren a toda la población porque representa un gasto que no todas las familias pueden asumir. A pesar de que en Oaxaca existe una larga tradición de medios de comunicación comunitarios, la realidad es que muchos pueblos siguen necesitando medios propios que transmitan información en su idioma, con sus contenidos, historias, tiempos y realidades como en la Sierra Chontal.
AMENAZA MINERA y DEFENSA DEL TERRITORIO
“Una luz de esperanza crece con el nacimiento de la radio comunitaria Jlijualay Tsomé porque permitirá difundir información que ayude a fortalecer la vida comunitaria y el ejercicio de los derechos”, comenta Aracely Carbajal, Coordinadora de Veredas de Tequio Jurídico, organización de Oaxaca que defiende el territorio y los derechos humanos, que desde hace más de 20 años acompaña al Pueblo Chontal.
El sueño de la radio comunitaria se relaciona directamente con el momento cuando las comunidades chontales se enteraron que en su territorio se habían aprobado varias concesiones mineras, sin que les hubieran consultado, ni informado nada.
No es casual, sino más bien causal, que los lugares con mayor diversidad cultural y biológica del planeta, sean las regiones donde se encuentran los Pueblos Indígenas, que protegen la integridad de su territorio. Tampoco es casual que allí sea donde arremeta con más fuerza el modelo neoliberal extractivista, mediante su receta de legalización del despojo y desplazamiento, generación de conflictos socioambientales y atropello de la autonomía de los Pueblos Originarios para apoderarse de sus bienes comunes.
Este es también el caso del Pueblo Chontal. Sus comunidades han respetado la naturaleza, se rigen por el sistema normativo de usos y costumbres que, entre otras medidas, establece que la posesión de la tierra es colectiva, y que sus bienes comunes, los bosques, ríos, minerales, el suelo y subsuelo, y demás elementos se gestionan de forma colectiva. Para las personas chontales, su territorio es el espacio donde conviven con el agua, el aire, la tierra, los animales y su espiritualidad, de formas diversas. Es el lugar donde toman acuerdos por medio de sus diversas autoridades internas. Es el espacio que heredaron de sus abuelas y abuelos quienes se asentaron ahí desde tiempos inmemoriales, y por eso reconocen que les asiste el derecho fundante y ancestral de tomar en sus propias manos el control de sus comunidades.
En todo el estado de Oaxaca la legalización del despojo comienza en los diversos “planes de desarrollo” que promueven megaproyectos extractivos, y se materializa entre otras cosas en las 422 concesiones mineras que se han otorgado sin consultar, ni informar a comunidades indígenas. Con eso, se incumple claramente el derecho a la consulta estipulado en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, ratificado por México desde 1991.
En el año 2014, las comunidades chontales veían cada vez más movimiento de vehículos y personas extrañas en su territorio. Autoridades comunitarias escuchan en un foro que se iba a instalar un proyecto minero en la región. Por esto las comunidades le pidieron ayuda a Tequio Jurídico para apoyarles con la investigación sobre el tema. En el año mencionado también comenzamos la alianza política que hasta el momento mantenemos como RLS con nuestra coparte Tequio Jurídico, apoyamos en la elaboración de un mapa, videos y folletos para visualizar los proyectos mineros en territorios de las comunidades indígenas en los distritos oaxaqueños de San Carlos Yautepec y Tehuantepec.
Fue de esta forma que el Pueblo Chontal se enteró de la concesión minera 238447 conocida como Zapotitlán 1, que había adjudicado la Dirección General de Minas de la Secretaría de Economía a la compañía Minera Zalamera S.A. de C.V. desde el año 2011, por un plazo de 50 años. Esta concesión le entregaba a la compañía minera más de 5 mil hectáreas chontales, para sustraer oro, plata, cobre, zinc y plomo.
Tequio Jurídico visitó comunidad por comunidad para entregar los materiales elaborados y comunicar en cada asamblea comunitaria sobre la amenaza minera en sus tierras. Con este conocimiento las respectivas autoridades solicitaron información pública sobre las concesiones mineras en su territorio, estudiaron las implicaciones de este tipo de proyectos, y tras varios años, lograron consolidar sus estrategias de lucha.
Es en este marco de esta lucha, que 15 comunidades chontales conformaron en el año 2016 la Asamblea del Pueblo Chontal para la Defensa de Nuestro Territorio (APCHDT)con el fin de defender su territorio. Para este pueblo originario, su tierra y territorio constituyen la base de su vida. Por eso su defensa se vuelve imprescindible.
Con el acompañamiento de Tequio Jurídico, y tras un arduo recorrido, la APCHDT promovió una demanda de amparo contra la empresa Zalamera, declararon sus territorios prohibidos para la minería y luego de varios años de acciones judiciales, lograron cancelarla concesión minera Zapotitlán 1, marcando un precedente en la región.
UNA RADIO COMUNITARIA CHONTAL
La Asamblea del Pueblo Chontal para la Defensa de Nuestro Territorio planteó la necesidad de contar con una radio comunitaria que apoyara su misión de defender el territorio, reivindicar su identidad indígena, así como de fortalecer los procesos de organizativos comunitarios y regionales, dando especial énfasis a impulsar la participación de las mujeres y el reconocimiento de sus derechos agrarios. Es decir, desde el inicio se dimensionó que la radio como una de varias herramientas para garantizar su autonomía.
En el año 2020, en plena pandemia por el COVID-19, realizamos un encuentro virtual con todas nuestras organizaciones coparte de la región. En este espacio, Tequio Jurídico compartió sobre el deseo del Pueblo Chontal de Oaxaca de contar con su propio medio de comunicación propio, y de inmediato la Asociación Voces Nuestras (Costa Rica) y La Coperacha (México) atendieron el llamado.
Todas las partes involucradas conformamos el equipo de articulación de la radio comunitaria chontal, y construimos un plan de trabajo 2021-2023 desde nuestro enfoque del Derecho Humano a la Comunicación, que fue aprobado por cada asamblea comunitaria y luego, por la Asamblea del Pueblo Chontal.
Siguiendo con el sistema de cargos comunitarios del Pueblo Chontal, a partir del 2021 las comunidades de San José Chiltepec, Santa María Zapotitlán, Santa Lucía Mecaltepec y Santa María Candelaria nombraron cada una, a dos personas, por un período de un año, para integrar lo que luego se denominó Equipo Semillero. Este tuvo la encomienda de capacitarse, definir qué tipo de radio comunitaria era la que se necesitaba en La Chontal, y posteriormente, de darle vida y mantenimiento a la radio.
Las generaciones del Equipo Semillero recibieron formación teórica, técnica y organizativa por parte de Voces Nuestras y de La Coperacha. Además, sostuvieron reuniones virtuales y presenciales con las radios comunitarias Amilcingo, Unitierra, Padiuxi, Tosepan Limakxtum, Tsinaka y Totopo, para conocer su experiencia.
Durante el 2023, sucedió un hecho muy afortunado y es que la organización oaxaqueña Ojo de Agua Comunicación se unió al proceso, aportando el equipamiento técnico para la cabina de radio, así como formación radiofónica especializada en el manejo de los equipos de transmisión. Además, Ojo de Agua realizó el estudio del espectro radioeléctrico y fue así como se encontró que la ubicación ideal de la cabina de radio debía ser en la comunidad de Santa Lucía de Mecaltepec.
A inicios de 2024, varias comunidades chontales y organizaciones amigas visitaron el terreno asignado, y allí mismo, en el suelo, diseñaron con palitos y piedras cómo sería la casa de la radio. Durante una semana, más de 40 personas de la comunidad de Santa Lucía Mecaltepec abrieron camino y asentaron el terreno a punta de pico y pala, porque ahí no hay maquinaria para estos fines. Y al ser una radio del Pueblo Chontal, por supuesto que las otras comunidades contribuyeron con mano de obra, materiales, alimentación, y otros insumos.
Primer boceto de la casa de la radio chontal, a partir del terreno asignado.
Como RLS fue realmente emocionante participar en el evento de encendido de la radio y ver la alegría del Equipo Semillero al cortar el listón de la cabina. Al evento acudieron autoridades agrarias y de vigilancia de las comunidades aledañas, organizaciones aliadas, personas a título personal y por supuesto, que la población anfitriona.
Todavía más emocionante fue ver a las personas que se reunieron en la cocina comunitaria, en la plaza y en otra partes del pueblo para escuchar la transmisión. Se volvían a ver entre sí y se reían con sus ojos cuando escuchaban que el Equipo Semillero mencionaba su nombre al aire, durante los saludos a la audiencia. Por medio de mensajes al celular, las otras comunidades vecinas mandaban sus reportes de sintonía, confirmando el alcance de la señal.
No todas las personas tienen una radio (el aparato), así que los celulares, bocinas y la radio de los carros sirve para sintonizar la emisora que, por el momento, solo está transmitiendo los domingos por la mañana.
Cancha y plaza de la comunidad, desde la gente puede replicar la transmisión de la radio con ayuda de bocinas.
LA LUCHA SIGUE Y SIGUE…
Son muchos los desafíos a los que se enfrenta el Pueblo Chontal en este momento. Entre ellos, existen nuevas concesiones mineras que se han otorgado dentro del Territorio Chontal sin su consentimiento. Además, las comunidades manifiestan que existen grandes intereses de empresas como Coca Cola por concesionar el agua en la región alta del territorio. Esta misma zona, está dentro de las prospectivas del gobierno federal para implementar proyectos eólicos debido a las fuertes corrientes de aire que cruzan estas tierras en determinados tiempos del año.
Como RLS consideramos vital que más organizaciones apoyen este proceso de organización comunitaria y de defensa del territorio ante el despojo e inequidad que genera el sistema capitalista. Como fundación de izquierda trabajamos por la transformación de las relaciones económicas y sociales, que consideramos se va logrando entre otras acciones, por medio del fortalecimiento de la participación y el liderazgo de las mujeres en la toma de decisiones, con la gestión colectiva de los bienes comunes, así como con el impuso de prácticas organizativas horizontales, solidarias e incluyentes, como son las asambleas comunitarias.
Queremos cerrar el texto con una gran noticia, y es que, en las últimas semanas, nuevas personas jóvenes se integraron a la radio por su cuenta, es decir, sin necesidad de tener un nombramiento. Con esto vemos que poco a poco se va fortaleciendo el objetivo de la radio de multiplicar las voces que hablan de las amenazas, pero también de las fiestas, del idioma, de la espiritualidad y del día a día de quienes habitan en los cerros chontales.
Es así como el Pueblo Chontal, incluye dentro de su defensa territorial, al aire; lugar por donde ahora viajan las ondas de la radio comunitaria Jlijualay Tsomé.
“Se va a escuchar lo que nunca se ha escuchado” concluye un Mayor de la comunidad.
Cabina de la radio comunitaria Jlijualay Tsomé.