El buen vivir se paseó en La Habana

Taller regional reúne experiencias latinoamericanas de Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Colombia y México.

Redacción La Coperacha
La Habana – Ciudad de México // 30 de octubre de 2017

A menos de un mes del paso del huracán Irma en Cuba, la isla está de pie; resiliente, no se le miran estragos mayores. Del 23 al 26 de octubre, una delegación latinoamericana de 50 representantes de organizaciones (más unos 150 cubanos), pudieron constatarlo.

El VIII Taller regional de intercambio de experiencias, en La Habana, reunió a 175 participantes registrados y unos 50 más que atendían cuestiones logísticas. Fue un encuentro organizado por el Centro de Intercambio y Referencia de Iniciativa Comunitaria (Cieric), donde se reflexionó sobre cómo las prácticas culturales transforman realidades en busca de nuevos sueños posibles.

Pedagogías de la rebeldía
La feminista y educadora popular nacida en Argentina, Claudia Korol, abrió el baile de ideas con una ponencia sobre los desafíos de la educación popular en los pueblos de esta parte del hemisferio. “Cuba cubanizó la educación popular”, reconoció la feminista.

La argentina, integrante de Pañuelos en Rebeldía, planteó las diferentes pedagogías que han surgido en contextos latinoamericanos. Fuimos educados bajo una pedagogía de la crueldad, afirmó. La violencia que hoy se vive con miles de desaparecidos empezó con la conquista, con la violencia sexual contra las mujeres, “con la violencia sistemática contra nuestros pueblos”, explicó.

“Es la memoria de los pueblos la que los hace resistir a las trasnacionales”, afirmó Korol, quien además compartió sus publicaciones sobre feminismos y educación popular. “La memoria es aprender de los crímenes, a sobrevivir, al bien vivir, a no creer en el fin de la historia”, sentenció.

Cuba que linda es Cuba
Con pocos recursos los cubanos hacen muchas cosas. En la isla a veces escasean cosas materiales o tecnológicas pero nunca las ideas ni emociones. Cuando hablan realizan un concurso de oratoria donde no es posible premiarlos a todos.

Durante el taller regional, cuando los cubanos debatían se arrebataban, pero retornaban siempre a la teoría social y al conocimiento científico, suyo, apropiado, de donde brotaron sus metodologías y planes.

En tres mesas de trabajo con temas de “Comunidad, patrimonio e identidad”, “Territorio y desarrollo local sostenible” y “Creación, innovación y cambio social”, las experiencias aterrizaron en propuestas concretas que iban de la organización, trabajo en redes, autogestión y elaboración de mejores diagnósticos para la elaboración de los programas socioculturales.

Latinoamérica
Sin embargo, el buen vivir se paseó por la isla. La participación de experiencias de cooperativas, medios de comunicación comunitarios, organizaciones de derechos humanos o que defienden territorios, que llegaron de Guatemala, Honduras, Costa Rica, Colombia y México le dio una visión que los cubanos no tienen arraigada.

La naturaleza para los cubanos es fundamental: produce lo que once millones necesitan para subsistir, y aunque a veces eso no alcanza, no se miran hectáreas devastadas por algún monocultivo o megaproyecto minero.

En cambio, para la delegación latinoamericana, hablar de la naturaleza era describir parte esencial de ellos mismos como personas, del buen vivir y de la defensa territorial ante el despojo que provoca el capital privado.

Una cooperativa de guerrilleros guatemaltecos tomaba la palabra para hablar de la colectividad que ha construido techo, educación y economía solidaria en medio del ambiente hostil generado por empresas y gobierno.

Un defensor de derechos humanos mexicano narraba su paso por la cárcel de máxima seguridad en el país, bajo acusaciones que años después fueron anécdota con el trabajo organizado de amigos y otros defensores.

Tres proyectos comunitarios culturales y de producción fueron anfitriones de los diferentes equipos: Fotografía AMOS, en el centro de La Habana; proyecto Todas las Manos, en el municipio de Plaza de la Revolución; y la Granjita Feliz, del municipio de Guanabacoa, mostraron las variantes de lo que los cubanos han hecho con lo que tienen.

Mientras un frente frío entraba en Cuba, Silvio Rodríguez ofrecía un concierto en Cojímar y Enrique Ortiz, de la organización internacional Habitat International Coalition América Latina (HIC-AL), señalaba que era necesario abrir la isla a otras concepciones, al buen vivir, por ejemplo. La realidad cubana es otra pero está abierta a aprender.

Un taxi Moskovich Aleko llegaba al Aeropuerto Internacional José Martí para que una parte de la delegación mexicana volara de regreso a la tierra del mezcal, antes que un ciclón tocara La Habana.

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