En México, cada día, en promedio, siete mujeres son asesinadas y casi 70 violadas. El pasado 24 de abril tuvo lugar una manifestación, con atención de diversos medios de comunicación, en más de 40 ciudades del país. Con el lema de #VivasNosQueremos marcharon miles de personas, principalmente mujeres, contra el creciente número de víctimas de violencia sexual. Desde hace varios años, diversas iniciativas de organizaciones y activistas expresan su crítica no solo hacia las estructuras de una sociedad machista, si no también hacia la responsabilidad del gobierno. A pesar de las cifras alarmantes de mujeres asesinadas, desde hace más de 25 años no se han generado medidas adecuadas para terminar con la impunidad. Actualmente surgen campañas en medios sociales que realizan esfuerzos para que las mujeres expresen las situaciones bajo las cuales han sufrido violencia y abuso sexual.
Estas acciones recuerdan que en Alemania también se han realizado esfuerzos parecidos que aportaron para generar discursos/debates públicos como el #Aufschrei sobre el sexismo normalizado que vivimos.
#Aufschrei era un debate que surgió cuando un político de alto cargo (candidato a canciller del partido liberal/FDP en 2013) hizo una referencia a una periodista al respecto de sus senos entre otros comentarios agresivos. Ella lo hizo público y escribió un artículo sobre sexismo en el rumbo de la política y en particular la relación entre hombres políticos y mujeres periodistas. Otras periodistas compartieron sus experiencias y de ahí empezaron mujeres y niñas a revelar sus experiencias de día a día con la violencia machista. Todo bajo el hashtag #Aufschrei que se puede traducir como grito de indignación. La discusión se quedó por mucho tiempo, y aún es una realidad. El político se muestra como víctima de una conspiración feminista y no ha recibido sanciones.
Hoy en día #aufschrei es una referencia al sexismo normalizado y destapó además la grave ignorancia de la gente que no lo reconoce como violencia sino en este caso como un “chiste de hombres”.
*Kathrin Zeiske, estudió politología en Bonn, Alemania, fue miembro activo de un grupo queer feminista que se llama ‘riotskirts‘. Hoy en día vive y trabaja como periodista freelance tanto en Alemania como en México.