Grifas (Afrocaribeñas al habla)

En este libro conviven y dialogan 30 voces de creadoras afrocaribeñas que, entrevistadas por la poeta y editora Laura Ruiz Montes, al tiempo que abordan temas como la identidad racial, la emigración, las fronteras, el racismo y el cuerpo de la mujer negra reactualizan el pensamiento caribeño más allá de parábolas geográficas y submarinas, y nos permiten asomarnos a un Caribe generador de conocimientos y de una historia otra.

[Adaptación de la introducción del libro, titulada «Sí gracias… Afrocaribeñas en diálogo»]

Los estudios sobre creadoras afrocaribeñas estuvieron ausen­tes durante mucho tiempo de las investigaciones sobre género y racialidad, e incluso de los feminismos. Pese a investigaciones, congresos y publicaciones el tema continúa raramente escuchado en boca de sus protagonistas y, en cambio, sí (re)conocido a través de quienes las han estudiado y hablado en “en nombre de” ellas. Por ello, el valor de Grifas y de la labor como entrevistadora y editora de Laura Ruiz Montes que, con esta integración de 30 voces, pone de relieve zonas de la historia antillana narradas por sus hacedoras que reactuali­zan el pensamiento caribeño más allá de parábolas geográficas y submarinas, a través de títulos tan sugerentes como «Ancestra, en femenino y en mayúscula», «Creo profundamente en la nutrición de la diáspora y en cómo puede actuar como un cordón umbilical» o «¿Por qué la abrumadora inteligencia de las personas esclavizadas que fueron traídas de África al Caribe es una novedad para nosotros?».

En total, doce países y algunas de sus diásporas aparecen en esta selección que comprende autoras nacidas en Europa, hijas de emigrantes, que se autodefinen como caribeñas junto a otras que, aunque oriundas de una isla antillana, mani­fiestan la duda de ser o hablar desde el Caribe por haber pasado la mayor parte de sus vidas en suelo extranjero. Se suman al catálogo creadoras que por razones varias han trazado sus ejes de vida en una especie de in-between. El repertorio se agranda con quien habiendo estudiado en la antigua metrópolis también ha elegido laborar allí y que aquí aparece cercana a las que por voluntad propia –o ajena– salieron de sus islas natales para vivir en un país diferente que no es tampoco la otrora metrópolis.

Estas voces abordan temáticas como la identidad racial, la emigración, las fronteras, el racismo y el cuerpo de la mujer, que terminan interconectando con otros como el lugar de África y la cultura afrodescendiente, la oralidad, las lenguas creoles y las religiones, para conformar diferentes rutas donde el concepto de «identidad» suelta amarras y se convierte en trayectos que, develando subjetividades desde di­ferentes interseccionalidades, evidencia un Caribe generador de conocimientos y de una historia otra.

Y es que el Caribe, más que precisión geográfica es, sobre todo, un espacio cultural donde coexisten áreas continentales junto a «las islas dolorosas del mar». Esa metáfora fundamental, unida al concepto de «isla que se repite» de Benítez Rojo y el pensamiento «archi­piélico» y de las islas como aberturas de Édouard Glissant, relata, grosso modo, la historia de nuestra región, que también va encontrando derroteros en los estudios sobre la Historia Atlántica.

Quizás por eso, el marco espacial de este proyecto sea difícil y a la vez sencillo de explicar, ya que casi cada quien tiene su propio Caribe. Pero, para mejor com­prensión, basta aclarar que esta compilación de entrevistas inéditas es el concerniente a varias islas anglófonas, francófonas, hispanohablantes y a sus diásporas. Su propósito es prácticamente obvio: contrarrestar la balcanización caribeña, la política de distanciamiento e incomunicación perfectamente calculada por metrópolis y otros interesados, a través de testi­monios que entremezclan vida, obra, historia, política, arte y sociedad.

Si la colonización y sus secuelas separaron a través de muchos mecanismos –la lengua entre ellos– nuestros espacios antillanos, es vital que las diferencias idiomáticas dejen ya de ser excusa que impida el conocimiento mutuo y el diálogo. En aras de trabajar por ese todo dialogante, las creadoras aparecen aquí en orden alfabético y no divididas por regiones geográficas o lingüísticas; y en más de una ocasión es posible constatar re­ferencias cruzadas entre ellas y alusiones al universo literario de unas dadas por otras.

Todas ellas conviven con quienes han regresado a sus islas natales, luego de estancias de estudio y/o trabajo en otras latitudes y próximas a aquellas que –salvo breves incursiones a otras regio­nes– siempre han vivido en su país de origen donde realizan una obra imprescindible. De ahí que un pro­yecto que en un inicio pudiera sospecharse como regionalista per se, llega a convertirse más bien en un acto de «unidad en la diversidad» (Glissant dixit). Así, las respectivas poéticas –en el sentido más amplio del término– devienen diálogo pancaribeño que con total pertinencia se inserta en las labores del Decenio Internacional para los Afrodescendientes (2015-2024), procla­mado por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Estos testimonios de tres decenas de mujeres afrocaribeñas abarcan generaciones que cubren desde los años treinta hasta los ochenta del siglo xx. Muchas de las respuestas reflejan acontecimientos históricos y sociales que enmarcan momentos de esos cincuenta años, y las breves notas biobibliográficas dan fe del pa­norama literario que las contextualiza. No obstante, importantes autoras están ausentes del volumen. Unas encontrarán espacio en investigaciones y compilaciones futuras ya pensadas y a otras no les ha sido posible dar su testimonio por razones de salud. Tal es el caso de la «giganta» guadalupeña Maryse Condé, como le definiera una de las entrevistadas, cuyo testimonio directo no es «visible» en estas páginas. En cambio, la totalidad del proyecto está dedicada a su trabajo precursor al que en más de una oca­sión hacen referencia estas, sus hermanas y continuadoras.

Laura Ruiz Montes (Matanzas, Cuba, 1966) es licenciada en historia, poeta, editora, ensayista y traductora.

FICHA CATALOGRÁFICA
Grifas (Afrocaribeñas al habla)
Laura Ruiz Montes. 1a ed. Habana, Cuba :
Fondo Editorial Casa de Las Américas, 2020.
255 p. ; 14 × 21 cm.
ISBN: 978-959-260-570-1
Derechos Reservados.

Índice:

  • «Tenemos que hacernos preguntas difíciles sobre a dónde queremos ir», Opal Palmer Adisa
  • «Ancestra, en femenino y en mayúscula», Yolanda Arroyo Pizarro
  • «Asa, aza, aza. Casa. Pasa. Raisins. Risings», Josefina Báez
  • «Soy parte de la corriente y del flujo que comenzó en la era del comercio transatlántico de esclavos», Marion Bethel
  • «La memoria es nuestra leche y nuestra miel», Jacqueline Bishop
  • «No somos una consecuencia o un subproducto de la historia, sino la historia misma», Dionne Brand
  • «Aprendimos a ser tan fuertes que, cuando íbamos a acariciar, nos salía un golpe», Teresa Cárdenas
  • «Las identidades son indefinibles», Gerty Dambury
  • «Estoy escribiendo para recordar cosas que se supone debo olvidar», Edwidge Danticat
  • «Viví, vivo y viviré como una mujer totalmente consciente de mi negrura», Yvonne Denis
  • «Tengo en mí cuatro continentes y medio», Suzanne Dracius
  • «Mi sueño es desprender las palabras negro y negritud de toda connotación negativa», Micheline Dusseck
  • «Pase lo que pase, siempre podré encontrar mi camino a través de la escritura», Lorna Goodison
  • «Yo sé cuál es mi lugar y lo costoso que resulta», Georgina Herrera
  • «Creo profundamente en la nutrición de la diáspora y en cómo puede actuar como un cordón umbilical», Drisana Deborah Jack
  • «El terror empieza en el momento en que tratamos de reemplazar “y” por “o”», Fabienne Kanor
  • «¿Por qué la abrumadora inteligencia de las personas esclavizadas que fueron traídas de África al Caribe es una novedad para nosotros?», Jamaica Kincaid
  • «En nuestras cabezas aún resuena el chirrido de ciertas cadenas», Yanick Lahens
  • «Si hubiera vivido en la Jamaica de entonces, habría sido una esclava», Ann-Margaret Lim
  • «Me agota bastante que me pidan que me defina continuamente como el “otro”», Canisia Lubrin
  • «Hay que romper los silencios», Kettly Mars
  • «Yo estoy consciente de mi responsabilidad hace mucho tiempo», Fátima Patterson
  • «La escritura se convirtió en mi país», Gisèle Pineau
  • «Muchas personas daban por sentado que yo era de África», Velma Pollard
  • «Todos somos migrantes de alguna manera», Emmelie Prophète
  • «La historia tiene dos caras», Gloria Rolando
  • «No soy “blanca por dentro”», Zuleica Romay
  • «Me gusta mucho ser una mujer negra que escribe en el siglo XXI», Mayra Santos Febres
  • «Si no creyera en la creolidad, no existiría, no escribiría como lo hago», Simone Schwarz-Bart
  • «No puedo escribir como si viviera en otro lado, como si fuera otra persona», Évelyne Trouillot